1.22.2013

Futuro.

Me imaginé de todas las profesiones, trabajos y estudios posibles. 
Me imaginé veterinaria, un sueño, una esperanza. Me imaginé profesora, de historia, de matemática  de literatura, de ingles, de todo, me creo capaz de poder enseñar. Me imaginé escritora, bibliotecaria, doctora, ama de casa, madre, monja, divorciada, solterona, comerciante, maestra jardinera, política, abogada, secretaria, actriz, payasa, física, astronauta, piloto, presidente, mochilera
Mi cabeza, cada uno sueña lo que quiere
Me imaginé todos los futuros posibles, algunos mediocres, otros con trayectoria, otros culminaron en éxito  pero en todos me da miedo
Tengo miedo de fallar, hasta en los trabajos más simples (en mi punto de vista). 
En algunos me imaginé mejor que muchos, en otros creí que lo iba a hacer desastroso. 
Tengo miedo de no ser lo suficientemente buena. 
Tengo miedo de no disfrutarlo, de no amar lo que sea que haga. 
Tengo miedo de caer en la rutina. Tengo miedo de hacer todo por inercia. 
Tengo miedo de cansarme, de llegar a casa y quejarme de mi trabajo o mi estudio. 
Tengo miedo de ser normal, de quejarme del trabajo, de trabajar para comer.

Cambiando de futuro, vayamos al cercano, al que quiero llegar, el futuro que se va a pasar rápido. 
Me quedan dos años de un futuro que quiero y espero, dos años de secundaria, dos años de Dorre, dos años de Arte. 
Estos dos años de diversion y libertad los tengo muy planeados(?): Centro de estudiantes, parroquia, animar, talita, monaguillos, ingles, dieces, jodas, boliches, salir, el ansiado Bariloche y fin. En eso se va a resumir mi vida, tan emocionante y distinta: centro, estudiar, parroquia y salir.