8.22.2013

Menopausia de los 16.

El complejo Zabo Zamorano que me hace temer y odiar la idea de dejar de tener 16.
No sólo miedo a crecer, si no de sumarle un número a la cantidad de años es algo que aborrezco desde que empecé a cumplir con números de dos cifras, bueno, en realidad odio cumplir años, porque odio ser el centro de atención pero me encanta servir y recibir a la gente en casa entonces amo festejarlos, is complicated!
Desde julio mis compañerxs y amigxs comenzaron a cumplir 17, lo que me hace odiar más el paso del tiempo, que ellos tengan 17 significa que ya estoy en un grupo de chicxs de 17, lo que me hace tener 17 y ya no hay vuelta.
Pero todos los años es lo mismo, odio sumarle un número más pero siento que no cambié en nada, sin embargo noto la diferencia de un año para otro, sé que no soy la misma Eva que festejaba el cumpleaños de su mejor amiga con la que sólo hablaba de chicos por chat y de un compañero con el que sólo "cantaba" en los recreos.
Pero empezamos a contar porque odio la idea de dejar mis dulces 16.
Mis dulces 16 fueron geniales, muchas libertades y libertinajes.
Mis dulces 16 sufrieron el amor no correspondido.
Mis dulces 16 sufrieron el alcohol.
Mis dulces 16 sufrieron mi primer examen en Cambridge.
Mis dulces 16 sufrieron la responsabilidad de ir a "trabajar" resacada, aunque sea a cuidar al hijo de una amiga de mi hermana me sentí realmente madura.
Mis dulces 16 sufrieron el temor a estar frente a un grupo de niños y jovencitos.
Mis dulces 16 sufrieron mi primer novio.
Mis dulces 16 sufrieron la responsabilidad de ser tesorera.
Mis dulces 16 sufrieron la alegría de mi primera sobrina.
Mis dulces 16 sufrieron el miedo a mis primeros suegros.
Mis dulces 16 sufrieron el amor a la patria votando por primera vez.
Por las primeras veces de mis dulces 16, porque odio el paso del tiempo y porque creo que cumplir 17 es casi cumplir 18 y terminar el libertinaje, me autodiagnostico menopausia de los 16 como diría el licenciado Chino.

¿Quien soy yo?

¿Qué es encontrarse? ¿Siempre que estamos juntos nos encontramos verdaderamente? Para buscar de verdad, hay que sintonizar con el corazón. Y además, hay que reconocer que lo que buscamos es algo importante, valioso, como para ser buscado. Todos los tesoros son buscados. Para encontrarme con vos, tengo que encontrar mi yo. 
¿Quién soy yo? ¿Cómo me definirían mis amigos quién soy? ¿Dios? ¿Mi familia? ¿Y yo? ¿Soy igual para todos ellos? 
¿Quién soy yo? ¿Qué es lo que odio de mí? ¿Qué es lo que me asusta de mí mismo? ¿Por qué no logro cambiar? ¿Realmente me gusta quién soy? 
¿Quién soy yo? ¿Valoro lo que soy? ¿Qué es lo que más me gusta de mí? ¿Si fuera otra persona sería mi amiga? ¿sería capaz de bancarme como hijo? ¿como hermano? 
¿Quién soy yo? ¿En qué estoy metido, enganchado? ¿Dónde estoy? ¿Dónde está mi corazón? ¿mi cabeza también está ahí? 
Encontrarse y descubrirse a uno mismo puede ser doloroso, desagradable o maravilloso. Ahora tal vez sepa un poco más quién soy y quién sos vos, ahora que te conozco, me conozco y nos encontramos en Talita Kum, somos Nosotros.