El mundo no quiere nuestra felicidad.
El mundo no querrá mi felicidad (en este sentido pegajoso, romántico y cursi), pero no se preocupen, yo tampoco. Apenas alguien muestra cierta atracción hacia mí, me alejo. Apenas siento cierta atracción hacia alguien, también. Y cuando no me alejo y comienzo a "imaginarme un futuro" siempre me baso en la misma pregunta "Qué voy a hacer cuándo terminemos?", sí, ni siquiera comencé ni a remarla y ya me tiro a lo último, esa, es otra forma de alejarme. Le temo a las relaciones, porque le temo a crecer. También porque le temo a lo desconocido.
#SoyDiscapacitadaEmocional
(Disculpen la horrible redacción pero fuí poniendo
cosas colgadas hasta que llegué a esto).