7.31.2012

Hermanas y amigas.


-De quién fue obra bien lo sabe Hades  y los de allí abajo; por mi parte , no soporto que sea mi amiga quien los es tan sólo de palabra.
-No, hermana, no me niegues el honor de morir contigo y el haberte ayudado a cumplir los ritos debidos al muerto.
-No quiero que mueras tú conmigo ni que hagas tuyo algo en lo que no tuviste parte: bastará con mi muerte.
-¿Y cómo podré vivir, si tú me dejas?
-Pregúntale a Creonte, ya que tanto te preocupas por él.
-¿Por qué me hieres así, sin sacar con ello nada?
-Aunque me ría de ti, en realidad te compadezco.
-Y yo, ahora, ¿en qué podría serte útil?
-Sálvate: yo no he de envidiarte si te salvas.
-¡Ay de mí, desgraciada; y no poder acompañarte en tu destino!
-Tú escogiste vivir, y yo la muerte.
-Pero no son sin que mis palabras, al menos, te advirtieran.
-Para unos, tú pensabas bien...; yo para otros.
-Pero las dos ahora hemos faltado igualmente.
-Animo, deja eso ya; a ti te toca vivir; en cuanto a mí, mi vida se acabó hace tiempo, por salir en ayuda de los muertos.
(Creonte al coro): -De estas dos muchachas, la una os digo que acaba de enloquecer y la otra que está loca desde que nació.

No hay comentarios:

Publicar un comentario